Saturday, November 17, 2007

Un día de caza

Estoy lista. Con mi arma en una mano, me aventuro a hacer un rápido sondeo del pequeño claro selvático q he encontrado. -Es un lugar perfecto-, decido, -para cazar-. Me acurruco entre las sombras de unos arbustos q serán un perfecto resguardo. Me siento, y espero. Mis 2 fieles mastines encuentran su propio rincón, juntos, esperamos. Escucho a mi presa acercarse, bajan...están en la mira...aproximo mi mano hacia el rifle.....y Rambo sale corriendo tras ellos. Perro estúpido, no debí traerlo. Vuelve con la lengua colgandole por un lado de la boca, con cara contenta por su gracia. -Quédate quieto-, le digo. De nuevo a esperar. Cientos de pájaros revoloteando entre las hojas de los árboles...y mi mente revoloteando junto con ellos. A cuevas y construcciones, a murciélagos, tejidos y obscuridad. Líneas de morado y un pie frío. Princesa, a mis pies, escarbando furiosamente. De nuevo los escucho. Me asomo entre las ramas y ahí estan. Dos, luego dos más. -Están demasiado lejos-, decido. Se quedan ahí, no me han visto. -Acérquense poquito más y veran-. Sólo espero q esta vez Rambo no los espante. Me inquieto...¿q estarán esperando? ¿Porq no se acercan al riachuelo beber? De pronto, huyen. Mi perro a mi lado, me pregunto q los habrá espantado. De pronto veo q donde habían estado ellos, ahora está un jaguar en todo su esplendor. ¡Que molesto! Tan exasperada me encuentro, q decidí salir de mi refugio a espantar a la bestia. Disparo. Uno. Dos. Pasan a medio metro. Tres. Ahora si corre el gran gato. Cuatro. Doy justo en el lugar donde habia estado parado. Aargh. Regreso entre las sombras, de nuevo a esperar. Pasan las horas, mis perros se inquietan. Princesa parece haberse quedado dormida. Va atardeciendo y cada vez queda menos luz. -Vámonos-. Me levanto y eso alborota a mis mascotas. Salimos de entre las ramas y echo un par de disparos al aire. Hoy no fue un buen día para cazar, a ver como nos va mañana. Colgándome el rifle en el hombro, me encamino a casa, dejando atrás sólo las huellas de mis botas en el lodo.

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