Monday, April 05, 2010

Tras el temblor en Mexicali

Un estremecimiento del suelo interrumpió la preparación de la comida de Pascua. No le temo a los temblores. Debo admitir que hasta cierto punto me gustan. A lo que le temo es a que alguno de mis familiares salga herido a consecuencia de ellos. Mi primera reacción siempre es gritarle a mis abuelos que se queden quietos, que se queden tranquilos y se resguarden.

Hoy [ayer] tuvimos el temblor más fuerte que he sentido. Comenzó tranquilo y se fué acrecentando a cada momento, y cuánto duró! Entre más pasaba el tiempo y se volvía más y más fuerte y aún seguía, pasaron por mi mente mil imágenes. Imágenes de escombros, de lesiones, de devastación; no podía dejar de pensar en los Haitianos, de pensar "ya es nuestro turno".

Aún estremeciéndose la casa, con cosas cayendo y rompiéndose a mis pies, logré llegar al cuarto de mi abuelo, donde se encontraba intentando levantarse de la cama, con un gran candil de vidrio meciéndose furiosamente sobre su cabeza. Lo cubrí como pude y al primer indicio de calma, salimos todos de la casa. (Para esto, mi hermano me grita que salga corriendo porq al parecer la vecina se estaba infartando. Aparentemente nomás cursó con angina de pecho y se negó a ir al hospital).

Y ahí comenzó el resto de este tan extraño día. Después de varias réplicas nada despreciables, nos aventuramos volver dentro de la casa a valorar los daños. La cocina era un charco porq se había caído y quebrado el garrafón, derramando toda el agua. Todos los cuadros tumbados, floreros y veladoras rotas en el piso. Cosas y cosas- tantas cosas!- tiradas en el piso.

Con el temor de un segundo temblor más fuerte, entré en "disaster mode". Sacamos garrafones, comida enlatada, chamarras, cobijas, calcetines, juntamos baldes de agua ya que aún salía por la llave de enfrente. Más de una vez fuimos ahuyentados de dentro de la casa por temblores de baja intensidad. Ya un poco más tranquilos, decidimos sacar una mesa y comer el jamón, puré y pastel que teníamos para la Pascua bajo el techo de la cochera.

Nuestra única comunicación con el mundo era el mensajito que ocasionalmente podía ser enviado/recibido y la única estación de radio que se podía captar (decían estar transmitiendo con energía a base de gasolina) sonando en el estéreo de mi carro. Después llegaron unos tíos que se encontraban a pocos kilómetros del presumible epicentro. Nos contaron como las carreteras del Valle se levantaron, los desniveles tan tremendos que vieron.

Después de varias horas de relativa calma, salimos mi tía y yo a caminar por una calle principal cercana tomando fotografías. Los daños mayores en esta zona parecían estar limitados únicamente a locales comerciales, especialmente aquellos con ventanales grandes, otros edificios con cuarteaduras importantes y escombros a sus pies. Al estar ya muy bajo el sol en el horizonte, decidimos volver a casa.

Olvidé menconar, toda la ciudad se encuentra sin energía eléctrica. Hasta los hospitales con sus grandes generadores de energía han tenido deficiencias. (Por cierto que tienen tendidos a los pacientes en las rampas, banquetas y explanadas, pacientes que se encontraban con ventilación asistida siendo ventilados manualmente por el personal). Toda la ciudad está como nunca la había visto, en completa obscuridad. El ocasional carro que pasa por la calle y alumbra es lo único que rompe con ella.

Y así estamos ahora, todos con tendidos en la sala, con rutas de salida libres a cada puerta, con múltiples aromas florales y frutales de tantas veladoras aromáticas y con una ansiedad con cada sacudida del suelo. Me siento fatigada y con incertidumbre y hasta cierto miedo respecto a lo que seguirá. Sin duda, me siento muy bendecida porq todos estamos bien, porq la casa no sufrió mayores daños y porq dentro de lo que cabe, las cosas han resultado bien.

Me retiro a dormir, (escribo esto con la poca batería que le queda a mi compu, lo postearé mañana si ya volvió la luz) no sé que será mañana con respecto al trabajo en el hospital. No sé que seguirá en estos días Sólo sé que te estoy tan agradecida, mi Señor, por habernos protegido en este día.

Hasta mañana.

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Eso fué el día de ayer. Hoy con algunas réplicas de 4+ puntos. Relativamente tranquilo todo. Pocos pacientes en el hospital. Bastantes escombros. Andan en la limpieza. Mañana tengo guardia...something i'm NOT looking forward to. Pero bueno. Mexicali sigue. hehe.