Hoy presencié un incendio enorme, con llamas de kilómetros de altura y humo denso q se esparcía. Me detuve, observando aquello, atónita. Gente entraba y salía, pero nadie parecía percatarse de aquello. El fuego de un naranja vibrante, casi vivo. Las llamas q se extendían hasta donde yo, languidecían y se perdían en suspiros de salmón. De pronto, estalló en un rosado magnífico y murió en cenizas y humo azul-grisáceo.
Hoy el cielo se incendió, y solo yo lo vi...solo yo, y tú en mi corazón.
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